José Rafael García
Consecuencias en el proceso político venezolano
Habla Héctor Pérez Marcano. Ex guerrillero,
parlamentario, escritor….
“En este trabajo de la lucha armada en Venezuela
pondré el énfasis en el análisis político, sin desestimar algunos relatos que
tuvieron honda significación e influyeron en el giro de los acontecimientos
como, por ejemplo, el asalto al tren del Encanto. Intentaré desentrañar las
consecuencias en el devenir político nuestro que, según creo, influye en la
actual crisis política.
Los orígenes.
Desde la
década de los 70 ha surgido una
discusión sobre cómo se originó la lucha armada en Venezuela. Algunos generales
retirados, en aquellos tiempos tenientes y capitanes, sostienen que fue una
orden de Fidel Castro. Creo que es una visión superficial y simplista. Dicha
lucha armada forma parte de los procesos de violencia que se desataron en
América Latina a lo largo de lo siglos XIX y XX, derivados de los rasgos
específicos de algunas sociedades centroamericanas, de los sucesos políticos de
algunos países como Colombia y de las intervenciones o invasiones norteamericanas
cuando la política exterior la dirigían los hermanos Dulles;Allan al frente de
la CIA y John Foster en el Departamento de Estado de Estados Unidos de Norteamérica.
No se puede excluir de esta análisis la Revolución Mexicana (1910) que fue
anterior a la soviética en (1917) y que nada tuvo que ver con aquélla.
La lucha armada venezolana se deriva de los rasgos
específicos de la sociedad venezolana en la coyuntura política que se inició
con el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de
1958 y la victoria electoral de Rómulo Betancourt en ese mismo año; en esos
rasgos específicos hay que analizar las contradicciones y tendencias que en
cada partido existían y, por supuesto, el impacto de la Revolución Cubana (
enero 1º de 1959).
Tal análisis es muy importante, pues considero que
la formación del bipartidismo, su fracaso y el surgimiento del régimen de Hugo
Chávez (1999) están concatenados y tienen su origen en los errores políticos de
uno y otro signo ideológico. En ello tuvo un peso significativo el costosísimo
error de la izquierda venezolana al enfrentarse, por la vìa armada, a un
gobierno que tenía su fortaleza en las aspiraciones democráticas del pueblo,
aspiraciones que la lucha política legal y pacífica le ofrecía dadas las
contradicciones y tendencias que le daban especificidad al proceso venezolano.
En 1958 Acción Democrática era una federación de
tres tendencias: la llamada “Vieja Guardia”, el Grupo “ARS”- así bautizado por
Betancourt- y el ala izquierda.
En URD también había contradicciones, tanto que de
allí van a surgir núcleos que posteriormente se incorporaron a la lucha armada.
Copei iba dejando de ser el partido de origen confesional y falangista-con
restos de gomecismo y lòpezcontrerismo- para convertirse en un partido socialcristiano; por ello
también tenía sus tendencias. Una de ellas llamada “el ala luminosa” que
comandaban Luis Herrera Campins, Rodolfo José Cárdenas y Hugo Briceño Salas, así
como también los dirigentes, encabezados por Rafael Iribarren, que más tarde se
separarían para formar lo que se conoció como la “Izquierda Cristiana” (1968).
El Partido Comunista de Venezuela no escapaba a las contradicciones. Algunos
impetuosos e impacientes como Douglas Bravo y Guillermo García Ponce-ya desde
1957-pensaban en la lucha armada, pero la mayoría del Buro Político era
partidaria de obligar a Betancourt a cambia su política mediante la presión
popular, lo que se conoció como “la línea del viraje”, que encontraba oposición
en la izquierda de AD y en quienes dentro del PCV querían profundizar la lucha.
También influyó la necesidad de Betancourt de tomar
decisiones políticas que les dieran
garantías al sector empresarial, a las FAN y al Departamento de Estado
norteamericano, de lo que su pasado comunista había quedado definitivamente
cancelado .¿Qué mejor garantías que la de convertirse en un furioso
anticomunista? Es por ello que Rómulo Betancourt en su discurso de toma de
posesión, el 13 de marzo de 1959, arremetió deliberadamente contra el PCV, que
formaba parte de la Unidad Nacional y que había contribuido de manera
importante a la victoria del 23 de enero de 1958. También Betancourt,
rápidamente , se distanció de la Revolución Cubana y se erigió-promocionado por
el clan Kennedy-como la contrafigura de Fidel Castro en América Latina. Otra
garantía más.
Durante el gobierno de Betancourt. Venezuela
era una sociedad en ebullición y con
mucho apetito democrático. Algunos sectores se sentían frustrados pues planteaban
que la insurgencia popular del 23 de enero de 1958 pudo ir ido más allá de
apenas obtener el logro de una democracia representativa. El flujo de masas lucía
incontenible, Betancourt perdía progresivamente apoyo político, su base
política se reducía día a día. Primero URD abandonó el Pacto de Punto
Fijo(noviembre 17,1960) y pasó a la oposición y en AD se dan las divisiones
generadas por el ala izquierda que da origen al MIR y el grupo ARS-generación
intermedia-, que también forma tienda aparte. Este último grupo participa en
las elecciones de 1963, por decisión del Consejo Supremo Electoral, con la
denominación de AD.-oposición y AD-gobierno, que respaldó la candidatura de
Raúl Leoni; se eliminó la tarjeta blanca y el Consejo Supremo Electoral
determinó que aquel que obtuviera más votos recuperaría dicho color, por ello
Leoni tuvo que competir con una tarjeta negra. También había sectores de las
Fuerzas Armadas que todavía desconfiaban de Betancourt, por ello se sucedieron
varios intentos de golpe de Estado de sectores militares reaccionarios. Era tal
que por diversas divisiones de AD, el dominio de la Cámara de Diputados pasó a
manos de la oposición y el Gobierno apenas mantenía una mayoría precaria en la Cámara
del Senado.
El movimiento obrero, especialmente el sector
petrolero, estaba pasando progresivamente al control de la izquierda;
Betancourt lo reprimió creando la Sotopol, aparato paramilitar de AD, que ocasionó
la muerte de dirigentes políticos petroleros. El movimiento estudiantil era
dominado por las juventudes del MIR y el PCV.Tampoco escapaban a ese empuje los
gremios profesionales.
Todo este cuadro descrito era el de una sociedad
que luchaba por una democracia impregnada de justicia social, sociedad en la
que el desempleo ya era un problema importante y la marginalidad crecía.
Venezuela ya estaba urbanizada, con una correlación demográfica que concentraba
las grandes mayorías de población en las zonas urbanas y suburbanas; en este
cuadro político, social y económico descrito, en el que las contradicciones
políticas principales estaban en las ciudades y el campesinado pesaba
mucho-amén de ser dominado por Acción Democrática- la izquierda venezolana
cometió el grave error de abandonar las ciudades e irse a la montaña. Fueron
tantos los yerros que, incluso, en un momento determinado decidió la disolución
organizativa del movimiento estudiantil que controlaba, Julio Escalona, Jorge
Rodríguez (padre) y Alfredo Maneiro tienen la responsabilidad principal de ese error.
Ello explica por qué el movimiento estudiantil cayó en postración y en la
indiferencia durante tantos años.
Pero el desarrollo de la lucha armada no fue
producto de una decisión que en un momento dado adoptaron. Aunque hay
dirigentes-ex militantes del PCV-que afirman que el Congreso Nacional de ese
partido en 1961 en el Palacio de los
Deportes sí se tomó una decisión del tal naturaleza. Yo difiero de esa opinión,
porque en todo caso lo que se aprobó fue una política cortoplacista que
combinaba las acciones armadas urbanas con la organización de un golpe cívico-militar
para un triunfo que derrocara a Betancourt rápidamente; todo ello en detrimento
de la lucha guerrillera rural, cuyos incipientes focos guerrilleros no contaron
con el apoyo político y logístico suficiente, ya que su existencia era
utilizada más bien por ambos partidos como un elemento atemorizante.
La lucha armada estaba condenada al fracaso desde
sus inicios, era inviable, porque se dio en el contexto de una coyuntura
política en la que el pueblo aspiraba a profundizar la democracia. Ya se había
aprobado en 1961 una Constitución respaldada con tan gran consenso político,
que había parlamentarios comunistas y miristas la firmaron precisamente en ese
contexto político, el MIR le propuso al pueblo nada menos que la “dictadura del
proletariado”. En el ánimo popular no se había agotado la esperanza, los
partidos tenían credibilidad: tampoco se habían iniciado la ineficacia y la
corrupción que luego carcomieron el proceso democrático. Una vez Betancourt, ya
es presidente, al referirse a este problema dijo que “la democracia venezolana
tenía algunas verrugas”,
El MIR y el PCV junto con otros dirigentes y
militantes de URD habían constituido dos organismos para integrar los esfuerzos
revolucionarios, sin disolver los respectivos partidos, pues en el fondo la
rivalidad entre el MIR y el PCV por la vanguardia del movimiento revolucionario.
Esa realidad le hizo mucho daño al intento revolucionario.
Se había constituido el Frente de Liberación
Nacional (FLN)-organismo político que elaboró un programa revolucionario de
corte marxista-leninista-y un organismo armado denominado Fuerzas Armadas de Liberación
Nacional,FALN (MAYO 4, 1962).
La propaganda armada consistía en realizar acciones
sensacionales cuya noticia diera la vuelta al mundo, de modo que se conociera
la lucha armada venezolana. Entre ellas, el secuestro de Alfredo Di Stefano,
futbolista del Real Madrid que vino a Venezuela a realizar algunos partidos. La
acción la dirigió la UTC del MIR encabezada por Máximo Canales- hoy el conocido
pintor Paúl del Río Canales-. Fue retenido unos días, no se pidió ningún
rescate monetario y luego lo liberaron sin daño alguno. La noticia fue mundial
y Di Stefano incluso dio unas declaraciones sobre lo bien que lo habían tratado
que había sido y el romanticismo que apreció en aquellos jóvenes que lo
secuestraron.
También fue secuestrado el buque Anzoátegui de la
Compañía Anónima de Navegación, liberado en puerto brasilero. En esta acción,
también de UTC del MIR, participaron Rómulo Niño y Máximo Canales. Una UTC del
PCV llevó a cabo otra acción espectacular. El Gobierno francés había prestado
al Museo de Bellas Artes varias obras de pintores famosos como Picasso y Dalí,
que se conoció como “La exposición francesa”. Pues bien, una UTC del PCV un
buen día se robó todos los cuadros, que valían una gran fortuna.
Escándalo sensacional. A los pocos días la UTC devolvió intactos los cuadros de
“La exposición francesa”. También noticia mundial.
El error estratégico de enfrentar una democracia con
la lucha armada se sumaron otros. Igual que en algunos procesos revolucionarios
de otros países-Filipinas o China para citar sólo dos-se dio la desviación
militarista. Los militantes de ambos partidos que estaban en aparato armado
comienzan a creerse más esforzados y sacrificados que los que estaban en la
dirección partidista; luego es típico que cuándo cierta anarquía o rebeldía y
se tilde de cómodos a quien se ocupaban de la lucha legal que todo proceso
revolucionario debe saber combinar, en lo cual dieron un gran ejemplo
vietnamistas.Primero en su lucha anticolonial contra Francia y más tarde en la
lucha de liberación nacional ante la intervención norteamericana. También Mao
Tse Tung le tocó dirimir y derrotar esta desviación China cuando sentenció “el partido dirige el fusil”. Esta
desviación de América Latina tuvo sus teóricos. Regis Debray, en su libro Revolución
dentro de la Revolución afirmó que “ quienes luchan en las ciudades constituyen
la pequeña burguesía de todo movimiento revolucionario”.
El cortoplacismo llevó a los errores de dilapidar
el fructífero trabajo de penetración en las Fuerzas Armadas, ejecutando dos
acciones militares, para colmo de coordinación, porque nadie entiende porque el
“Carupanazo” y el “Porteñazo” se dieron en el lapso de un mes y no actuaron
conjuntamente el 4 de mayo de 1962.Estos errores permitieron a Betancourt
limpiar las Fuerzas Armadas y liquidar nuestro trabajo de penetración. Los
derrotados fueron a las cárceles, oficiales de alta graduación incluso; a otros
sospechosos Betancourt les envió al exterior como agregados militares de
nuestras embajadas.
De esta desviación provino el
error más costoso de esa etapa, que es obligatorio hoy ha salido a relucir en
algunas campañas electorales, cuando se ha pretendido atribuirle a Teodoro
Petkoff la autoría de dicha acción.
Guillermo García Ponce-hoy
director diario oficialista Vea, para la
época secretario militar del PCV propuso en el Buro Político de su partido la
acción, con el propósito de desarmar a los guardias nacionales que protegían a
las familias-mujeres y niños en su mayoría-que los domingos viajaban en ese
tren que hacía un recorrido hasta un sitio de recreación denominado El Encanto,
cerca de Los Teques.
El Buró Político del PCV analiza
y rechaza al acción argumentando que si no se lograba sorprender a las guardias
podría generarse una balacera, con la consecuencia de muchos heridos, tanto de
guardias como de civiles.
Guillermo García Ponce, penetrado
hasta los huesos por la desviación militarista y aventurero, desechó la
argumentación de la Dirección Nacional Ejecutiva del PCV y tildó de vacilantes
y cómodos a sus integrantes y ordenó al aparato armado ejecutara la acción.
Sucedió lo que se temía, los
guardias nacionales no fueron sorprendidos. Cuatro guardias nacionales muertos,
seis heridos de consideración entre ellos dos niños que afortunadamente los
otros heridos de bala no fueron graves.
Betancourt aprovechó al máximo el grave error
cometido. Desde hacía ya un tiempo Rómulo Betancourt presionaba a Copei y a
Caldera para ilegalizar al MIR al PCV; Caldera se oponía. Le indignaba a
Betancourt que el MIR y el PCV al mismo tiempo realizara acciones armadas
tuvieran periódicos y parlamentarios que las justificaban. El Gobierno le dio
gran publicidad, con mucho ceremonial, al entierro de los guardias nacionales.
Al mismo tiempo, Betancourt ordenó una inmensa redada represiva y los
parlamentarios del PCV y el MIR fueron detenidos en sus casas, violando su
inmunidad parlamentaria que les otorgaba la Constitución; fueron llevados al
Cuartel San Carlos.
Una vez presos el Congreso Nacional realizó el
proceso para allanarle la inmunidad. Caldera no tuvo argumentos para oponerse y
apoyó al Gobierno, que también procedió
a ilegalizar al MIR y al PCV, mediante una decisión de la Corte Suprema
de Justicia que adoptó, o inventó, una figura jurídica denominada
“inhabilitación” para tratar de disimular lo que en realidad era una
ilegalización de los dos partidos.
Betancourt procedió con celeridad en su acción
represiva, pese a que tanto Gustavo Machado como Domingo Alberto Rangel
declararon en la prensa nacional el repudio de los dos partidos a la acción
realizada.
A ese grave error del 28 de septiembre de 1963, el
movimiento revolucionario le añadió otro que le dio la puntilla al proceso
subversivo: su postura frente al proceso electoral en diciembre de 1963 para
elegir al sucesor de Rómulo Betancourt.
La tensión política era enorme. Betancourt se
sostenía en el poder pero con un elevado costo político. Si bien logró que su
compañero Raúl Leoni le sucediera se evidenció una merma del 49% con que él
había triunfado a 31% que obtuvo Leoni.
Jóvito Villalba hizo la campaña electoral más
cuestionadora del régimen. Había roto el Pacto de Punto Fijo y pasado a la
oposición, lo que dio lugar al gobierno llamado “ La Guanábana”-AD y Copei-,
antesala del bipartidismo posterior, Jóvito Villalba proclamaba en sus discursos
incendiarios que si Leoni ganaba, el país “arde de punta a punta”. Es decir,
era el candidato más próximo a la izquierda.
La izquierda en vez de apoyar a Villalta –la tesis
mas aconsejable-según Héctor Pérez Marcano. Lejos de ello, no sólo no lo apoyó,
sin que además se dedicó a sabotearle la campaña electoral. Proclamamos una
línea de “abstención militante” y decidimos boicotear las elecciones por la vìa
armada. Para el denominado “plan 9-0 de boicotear las elecciones por la vía
armada… Los cubanos depositaron en las playas
de Falcón un importante lote de armas, y municiones-hasta cañones sin
retroceso había-que servir para el boicot armado. El PCV responsable de la
operación, no recogió a tiempo las armas, que fueron descubiertas por un
pescador quien dio el dato al Ejército, el cual la incautó y se hizo la
denuncia con el escándalo publicitario correspondiente.
La tesis de Domingo Alberto Rangel pese a ser
derrotada en el seno del MIR tuvo repercusión en PCV, que desarrolló una
discusión similar. La mayoría del Buro Político logró aprobar en un Comité
Central clandestino realizado en 1965, la línea de la “paz democrática”
presentada de una manera ambigua en cuanto a su respaldo a la lucha armada ya
que en realidad implicaba una táctica de repliegue para abandonarla
paulatinamente y recuperar la legalidad.
JRGG.
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