COMUNICADO EN NOMBRE DE LAS FUERZAS ARMADAS. Enjuicia el 18 de octubre de
1945.
" El 18 de octubre de 1945, el Ejército Nacional actuó contra un orden
de cosas que la Nación consideraba viciado y las Fuerzas Armadas de la
Nación dieron entonces un ejemplo de desprendimiento que fue aplaudido por el
pueblo de Venezuela, y al no querer el poder para sí y declinarlo en manos del
único partido que para entonces hacía oposición al régimen.
Al comienzo, y pese a la inclusión de dos militares en el Gobierno, la
actitud de las Fuerzas Armadas fue de absoluto apoliticismo. El partido Acción Democrática
continuó,a pesar de que pregonaba de ser un partido nuevo, los vicios políticos
que caracterizaron los anteriores gobiernos, aprovechándose seguidamente del
poder para su propio beneficio, implantando el sectarismo político, manteniendo
una agitación permanente y trayendo desbarajuste total de la República. Sin
embargo, las Fuerzas Armadas ante los brotes esporádicos de rebeldía de algunos
de sus miembros y aùn a sabiendas de que se sacrificaba a veces elementos
valiosos, reprimió inexorablemente todo intento de subvertir el orden
establecido.
Llevadas a cabo las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente el
pueblo venezolano dio sus votos por quienes creyó intérpretes del sentimiento y
del espíritu de la Revoluciòn, pero Acción Democráticas capitalizó para ellos
los resultados y dio al país una carta fundamental que, si bien contiene
principios progresistas, adolece de vicios encaminados al ejercicio abusivo del
poder. Bajo el imperio de la Constitución fue elegido el Presidente de la República,
demostrando su voluntad de ser guardianes de las instituciones y mantenerse
ajenas de toda ambición de poder. La promesa de concordia fue una nueva
esperanza frustrada, pues el Presidente vio sacrificada su libertad de acción
por la constante intromisión de su partido, que negaba así las atribuciones que
él mismo en su acción legislativa le confirió a la Constitucional Nacional. Lograda
definitivamente la posesión del poder civil por Acción Democrática, la fracción
extremista que ha controlado dicho partido, inició una serie de maniobras
tendientes a dominar también a las Fuerzas Armadas Nacionales, tratando de
sembrar entre ellas la discordia y la desunión. Los organismos superiores del
Ministerio de la Defensa, responsablemente, pusieron al Presidente de la
República en conocimiento de estas circunstancias, esperando un remedio
oportuno y eficaz. Pero la influencia del Presidente en el Partido una vez más
fue nugatorio. Por el contrario, esta actitud de las Fuerzas Armadas se
interpretó tendenciosamente como desafecciòn al Gobierno, y lo que pudo ser
problema de fácil solución, se convirtió por obra de la intransigencia
partidista y de la indecisión del Presidente extraña a la intención y a la
actitud de las Fuerzas Armadas. Los extremistas de Acción Democrática vieron la
oportunidad de cumplir sus designios increpando a las Fuerzas Armadas de una
crisis artificial. En la mañana de hoy, cuando las Fuerzas Armadas esperaban
que el nombramiento de un nuevo Gabinete daría lugar al restablecimiento de la
tranquilidad y a un planteamiento sincero de las causas que originaron su
alteración, sorprende la decisión tomada por una organización sindical
controlada por el Comité Ejecutivo del Partido Acción Democrática, de declarar
la huelga general por razones que las Fuerzas Armadas desconocen; decisión
notificada al Comando Militar por un miembro prominente de ese Partido,
sin que se recibiesen instrucciones algunas del Presidente de la República para
contrarrestar la irresponsable orden de huelga que vendría a ocasionar el
colapso económico del país. Esta situación obligó a las Fuerzas Armadas a
asumir el control de la situación en la República; y es satisfactorio informar
al pueblo venezolano que en esta actitud el Comando Militar se encuentra
asistido por el respaldo absoluto y unánime de todas las Fuerzas Terrestres,
Navales, Aéreas y de Cooperación, así como también por los Cuerpos Policiales
de la capital de la República y de las plazas importantes del país.
Toca ahora, al pueblo venezolano, que ha sido siempre paradigma de
patriotismo y de serenidad, asumir la actitud que le corresponde seguro de que
todas las medidas de orden progresista tomadas hasta la fecha serán mantenidas
en todo su vigor, siendo la mejor intención de las Fuerzas Armadas Nacionales que
en adelante, y por los órganos precisos, se proceda a aplicar efectivamente
todas aquellas otras necesarias a su mejoramiento y bienestar.
De la constitución política del nuevo gobierno, en cuya formación se
trabaja podemos adelantar que, alejado de todo extremismo, estará formado por
hombres de reconocidas virtudes ciudadanas que garanticen la imparcialidad,
honestidad y eficacia que serán distintivos de una administración progresista.
De la responsabilidad que el pueblo venezolano sepa asumir en este momento
histórico, y del rápido restablecimiento de la normalidad, depende el
encauzamiento hacia un orden constitucional adecuado a la verdadera realidad
venezolana y surgido de la voluntad nacional, libre e imparcialmente
manifestada a través de las organizaciones políticas.
De esta manera las Fuerzas Armadas Nacionales dejan informada a la Nación
de que una vez más están cumpliendo con los sagrados deberes a ellas
encomendadas".
Caracas, 24 de Noviembre de 1948.
DOCUMENTOS
HISTORICOS. ALOCUCION DEL PRESIDENTE DE LA JUNTA MILITAR DE GOBIERNO Y MINISTRO
DE LA DEFENSA DEL REGIMEN DERROCADO, DELGADO CHALBAUD
EL NACIONAL, noviembre 27.
" Cuarenta y ocho horas después de iniciarse el movimiento militar la
ciudadanía se encuentra ya dedicada a sus ocupaciones habituales en toda la
República. Ninguna amenaza se cierne sobre los venezolanos que desean cumplir
con sus diarias labores.
El pueblo venezolano ha entendido la razón que asiste a las Fuerzas Armadas
para desplazar del Poder al grupo político que se había entronizado en él. Por
ello ha prestado su colaboración decidida con disciplina y espíritu cívico
admirables, digno de los mejores antecedentes democráticos de su historia,
demostrando que tiene fe y confianza en la sinceridad y en el desinterés de las
Fuerzas Armadas. A esa colaboración corresponden éstas con honor, patriotismo y
espíritu de sacrificio.
La Junta Militar quiere dejar categórica constancia de que este movimiento
no se orienta de ninguna manera hacia la instauración de una dictadura militar,
ni abierta ni disimulada, a fin de exigir al pueblo que no debe dejarse engañar
por quienes propagan lo contrario. Las medidas de preservación del orden y de
represiónp del sabotaje, pillaje o atentado contras las personas y la propiedad
privada o pública, que la Junta está dispuesta a aplicar enérgicamente, no
deben ser interpretadas más allá de su exacta significación en resguardo de la
seguridad nacional y en defensa de las instituciones. No se ha asumido el poder
para alentar contra los principios democráticos sino para obtener su efectiva
aplicación y preparar la consulta electoral a la cual concurra toda la
ciudadanía en igualdad de condiciones.
La Junta ha procedido a constituir un Gabinete con personas independientes
de toda disciplina de partido, procurando que la honestidad,eficiencia y
capacidad sean el sello característico del equipo gubernamental, y ateniéndose
para su escogencia al mejor servicio de los supremos intereses de la República
y al remedio efectivo de sus necesidades. Busca también esta forma que las
elecciones no se realicen bajo el ejercicio exclusivo de la Administración
Pública por un partido político, asegurando así al pueblo venezolano una
oportunidad de manifestar su voluntad con entera independencia.
La Junta Militar quiere insistir en que el Gobierno mantendrá vigente todas
aquellas disposiciones legales que tiendan al mejoramiento del nivel de vida de
los sectores correspondan a esto haciéndose dignos de ellos por medio de un
rendimiento efectivo en el desempeño de sus labores de modo que la Nación
obtenga con su aporte, un creciente desarrollo de su riqueza permanente.
Los hombres de empresas encontrarán por parte de esta Junta protección y
estímulo a sus iniciativas y actividades ajustadas a la Ley.
Los elementos integrantes de la economía agrícola y pecuaria recibirán la
protección que ameritan como parte fundamental de la producción nacional
atendiendo sólo a la produccion nacional atendiendo sólo a la productividad de
los mismos para el beneficio colectivo.
Todas las fuerzas
democrática del país, todos los venezolanos de buena voluntad deben unirse para
permitir el pronto regreso a la vida normal de la Nación".
DOCUMENTOS HISTORICOS. COMUNICADO
DEL PARTIDO SOCIAL CRISTIANO COPEI. EL GRAFICO, diciembre 3.
"Analizada con detenimiento la situación establecida en la República
por la acción militar del 24 de noviembre pasado, el Comité Nacional considera
que su deber fijar ante la opinión pública sus puntos de vista acerca de esta
histórica coyuntura. Tres años de lucha sin tregua por los ideales de la
justicia y de la paz social han hecho de Copei el grupo político más
sòlidamente organizado y ante el hecho que lanzó del poder el Gobierno
hegemónico del partido "Acción Democrática".
Durante estos tres años, en medio de un combate ardoroso. Copei no dejó un
solo instante de señalar a "Acción Democrática" las desastrosas
consecuencias a las que había necesariamente que conducirle una política
sectaria, orientada por el exclusivismo y la ambición de grupo, dirigida por
una caprichosa voluntad que hizo de la arbitrariedad sistema de gobierno.
Llegada al poder entre solemnes compromisos. Acción Democrática tuvo poco
reparo en cumplirlos. Ofreció, al constituirse el Gobierno Provisional surgido
en octubre de 1945, "garantizar unas elecciones libérrimas, sin imposición
ni parcialización ejecutivista por ninguna de las corrientes políticas en
pugna", y la conciencia nacional sba plenamente cómo se utilizaron sin
escrúpulos los resortes del poder plenamente cómo se utilizaron sin escrúpùlos
los resortes del poder para imponer el triunfo de las candidaturas oficiales.
Copei pudo comprobar en documentos oficiales cómo se hizo uso de los dineros
del pueblo venezolano para fines electoreros, y ante aquella comprobación
patente, ni siquiera un gesto pudoroso tuvieron quienes estaban obligados a
depurar mediante un proceso insospechable el poder que obtuvieron de una acción
militar, contra los vicios del régimen anterior.
Dictada una Constitución que, al lado de innegables medidas progresistas,
contenían disposiciones de un interés parcial, no se tuvo escrúpulo en violar
aquellas, casi en los mismos momentos de su nacimiento. La seguridad
personal y la libertad de tránsito, fueron irrisorias cada vez que el régimen
se consideró interesado en coartar las de alguna persona; fue un hecho
generalmente conocido la violación sistemática de la correspondencia particular
y de las comunicaciones telefónicas; las empresas de radiodifusión se vieron
objeto de maniobras diversas, basadas en las omnímodas facultades del
Ministerio de Comunicaciones, tendientes a atemorizarlos para que no se
transmitieran los programas políticos u oposición o critíca; la discriminación
política fue haciéndose cada vez más implacable hasta en las más modestas
ocupaciones al servicio de los entes públicos y, en general, un ambiente
enrarecido iba privando cada vez más en la vida nacional.
La tendencia hacia el exclusivismo, lejos de amenguar fue aumentando en
todas las manifestaciones del Gobierno, aùn después de la vuelta al orden
constitucional. En muchas ocasiones hasta en lugares donde se demostró
palmariamente que la oposición estaba asistida por una abrumadora mayoría
popular que no pudieron desvirtuar el atropello, la amenaza o el halago, sólo la
presencia de las Fuerzas Armadas Nacionales o de las Fuerzas Armadas de
Cooperación pudo garantizar el derecho a la libre expresión del pensamiento
político y a la libre manifestación, amenazados por grupos empujados desde las
alturas del mando. Y no satisfecha la facción, preparó el aseguramiento
definitivo del poder militar en sus manos, a través de la anticonstitucional
Ley de Organización Provisional del Servicio de Policía, la organizaciòn de
milicias irregulares y la distribución en gran escala de armas a los cuadros
del partido, con el visible objeto de arrasar toda traba constitucional y
suplantar con fines partidistas la Institución Armada de la República.
En el campo administrativo, el gobierno de Acción Democrática se hizo
sentir por su ineptitud y por su vocación al despilfarro. La fronda
burocrática, objeto de sus mejores ataques desde la oposición, proliferó de
manera increíble. Y ante la decidida actitud por parte de la oposición, de
investigar a fondo el manejo de los caudales públicos, se optó por imponer en
los cuerpos legislativos sistemas tendientes de impedir la verificación y
examen preciso de las cuentas.
Dentro de lo social, pese a circunstanciales protestas de defensa de la paz
social, el régimen se caracterizó por una siembre constante de odios para
dividir la familia venezolana. El origen comunista de los principales
dirigentes del Partido, se reflejó en la contínua propaganda de la división y
odio social. Una crisis profunda en el seno de la producciòn se hizo sentir
cada vez más, a pesar de los pomposos planes de fomento, en razón de la
intranquilidad social, repercutiendo en la elevación del costo de la vida y
concluyendo por hacer ilusorias las ventajas adquiridas por los trabajadores.
La calumnia, el insulto, fueron el arma constante de los agentes oficiosos.
La administración de justicia fue integrada con el espíritu de hacerla
progresivamente un instrumento partidista. Mientras para la exportación se
utilizaban frases hermosas sobre la estructura democrática del régimen, cada
vez corría más en el interior del país la voz de que en Venezuela no se haría
otra cosa de lo que voluntariamente quisiera Acción Democrática. Era frase
corriente entre ellos, la que sólo "a plomo" dejarían el mando. Por
boca de su más alto personero se afirmó que la voluntad de Acción Democrática
podría decidir en cualquier momento la total paralización de la vida nacional:
ni una sola polea se movería, ni una gota de petróleo sería extraída del
subsuelo, ni un camión de transporte funcionaría si no lo quisiera Acción
Democrática. El ilustre escritor llevado a la Presidencia de la República, no
fue capaz de ejercer sus atribuciones constitucionales y se subordinó
definitivamente a la voluntad hegemónica del Partido, dejándose llevar al
desconocimiento de las más solemnes promesas y a la violación de las normas
establecidas en la misma Constitución. El 18 de octubre de 1948, en presencia
de un mitin partidista, organizado con cooperación de despachos oficiales, fue
coronado con una intervención que le exhibió fuera de la postura que a su
elevado cargo correspondía y le hizo incurrir en confesiones de subordinación a
la voluntad del Partido.
Cada vez que una queja salía de los labios de grupos de oposición o
de ciudadanos independientes, eran burla descarada y nuevos atropellos los que
provenían de fuentes oficiales. Las propias consignas del Partido se fueron al
cesto cuando así lo exigía el apetito de mando. Ante el asesinato de un
dirigente político de oposición por un alto funcionario, se dejó ver desde el
primer momento una actitud oficial de encubrimiento y lenidad. La vida, la
libertad, el honor de los ciudadanos, todo estaba en las manos antojadizas de
la secta gobernante.
Desoídas todas las voces y empeñados tercamente en mantener esa actitud a
Acción Democrática le corresponde ante la historia la máxima responsabilidad de
lo ocurrido el 24 de noviembre. Las Fuerzas Armadas Nacionales asumieron por
sí, sin intervención partidista, la responsabilidad de lo ocurrido el 24 de
noviembre. Las Fuerzas Armadas Nacionales asumieron por sí, sin intervención
partidista, la responsabilidad de quitar a Acción Democrática el poder que
habían colocado en sus manos en octubre de 1945 y que ésta conservaba a través
de mecanismos electorales controlados por el Poder mismo. La manera incruenta
de la transformación y la negativa de la ciudadanía a atender a los llamados de
violencia, fue la prueba màs definitva de que la opinión pública habia dejado
de acompañar al partido Acción Democrática, el cual especulaba una apariencia
de popularidad forjada con los dineros del pueblo y los medios creativos del
poder que de los militares recibieron.
Cumplido el hecho militar de rescatar el mando de las manos sectarias y
hegemónicas de Acción Democrática el proceso iniciado el 18 de octubre de 1945
sólo será llevado a feliz término cuando el poder vuelva en forma sincera a las
manos del pueblo, para que a través de elecciones verdaderamente limpias las
coloque en mandatarios capaces de respetar los derechos de la persona humana,
mantener el orden y las instituciones y contenerse dentro de los límites de la
juridicidad. Este compromiso lo ha contraído la Junta Militar, empeñando su
honor y el de la Institución Armada a través de las siguientes palabras:
" No se ha asumido el poder para atentar contra los principios
democráticos sino para obtener su efectiva aplicación y preparar una
consulta electoral a la cual concurra toda la ciudadanía en igualdad de
condiciones".
Cope, cuyas consignas y cuya línea se han perfilado inconfundiblemente en
tres años de oposición civilista al régimen de Acción Democrática, ah adoptado
una oposición consecuente. Hoy, cuando quizá sobren quienes quisieran arrogarse
la gloria de haber participado en la preparación y desarrollo de la acción
militar del 24 públicamente declaramos que ésta tuvo lugar sin
intervención alguna de nuestro partido, que se ha mantenido dentro de su propio
cauce. Constituido el nuevo Gobierno Provisional, hemos creído de nuestro deber
aportar, sin ambición de cargos públicos, todo lo que sea necesario para
contribuir a que el país retorne a la normalidad para llevar a la pacificación
de los espíritus, para impedir el implantamiento de una organización
institucional.
En el momento actual Copei ha visto con satisfacción la declaración de la
Junta Militasr " al dejar categórica constancia de que este movimiento no
se orienta de ninguna manera hacia la restauración de una dictadura militar, ni
abierta ni disimulada", así como a su compromiso de mantener y
perfeccionar las conquistas logradas por los trabajadores. El aporte de Copei
preste se orienta hacia el afianzamiento de esos dos propósitos conformes con
el ideario social-cristiano que sustenta. Desarrollada nuestra acción en un
plano de decoro y dignidad, conservamos nuestro derecho a la crítica
constructivas, en la esperanza de que haya pasado la hora de la demagogia y se
inicie la etapa de la discusión serena y de altura.
Y especialmente dedicamos nuestra actividad a mantener la fe nacional en
las instituciones representativas. El pueblo de Venezuela ha dado nuevamente,
en esta hora, un singular ejemplo de madurez y patriotismo. Ese ejemplo le hace
acreedor a gozar de una vida política y social libre, ordenada, es el ideario
social cristiano el que mejor se identifica con las necesidades del pueblo.Hoy,
más que nunca, son las consignas de Copei, que aspira a la renovación de la
vida nacional mediante un decidido impulso en beneficio de las masas
trabajadoras, las que llegan al corazón de las masas venezolanas.
Finalmente, dispuesto a seguir laborando por la solidaridad social, Copei
se prepara para participar en los próximos comicios con serenidad y decisión.
Los errores cometidos durante tres años por el sectarismo del régimen derrocado,
han de servir de ejemplo inolvidable a la conciencia de Venezuela. Copei, que
ha sido el más constante censor de esos errores, no incurrirá en la
equivocaciòn de repetirlos. Se abre una nueva oportunidad para que la Patria
conquista su destino.
Hacemos un llamado a los venezolanos para lograrlo.
Caracas, 2 de diciembre de 1948.
El Comité Nacional de Copei"