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jueves, 5 de diciembre de 2013

Las fuerzas armadas explican el por qué del golpe de estado que derrocó al Presidente Rómulo Gallegos. Tres documentos históricos sobre el golpe de estado del 24 de noviembre de 1948.

COMUNICADO EN NOMBRE DE LAS FUERZAS ARMADAS. Enjuicia el 18 de octubre de 1945.
" El 18 de octubre de 1945, el Ejército Nacional actuó contra un orden de cosas que la Nación consideraba viciado y las Fuerzas Armadas  de la Nación dieron entonces un ejemplo de desprendimiento que fue aplaudido por el pueblo de Venezuela, y al no querer el poder para sí y declinarlo en manos del único partido que para entonces hacía oposición al régimen.
Al comienzo, y pese a la inclusión de dos militares en el Gobierno, la actitud de las Fuerzas Armadas fue de absoluto apoliticismo. El partido Acción Democrática continuó,a pesar de que pregonaba de ser un partido nuevo, los vicios políticos que caracterizaron los anteriores gobiernos, aprovechándose seguidamente del poder para su propio beneficio, implantando el sectarismo político, manteniendo una agitación permanente y trayendo desbarajuste total de la República. Sin embargo, las Fuerzas Armadas ante los brotes esporádicos de rebeldía de algunos de sus miembros y aùn a sabiendas de que se sacrificaba a veces elementos valiosos, reprimió inexorablemente todo intento de subvertir el orden establecido.
Llevadas a cabo las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente el pueblo venezolano dio sus votos por quienes creyó intérpretes del sentimiento y del espíritu de la Revoluciòn, pero Acción Democráticas capitalizó para ellos los resultados y dio al país una carta fundamental que, si bien contiene principios progresistas, adolece de vicios encaminados al ejercicio abusivo del poder. Bajo el imperio de la Constitución fue elegido el Presidente de la República, demostrando su voluntad de ser guardianes de las instituciones y mantenerse ajenas de toda ambición de poder. La promesa de concordia fue una nueva esperanza frustrada, pues el Presidente vio sacrificada su libertad de acción por la constante intromisión de su partido, que negaba así las atribuciones que él mismo en su acción legislativa le confirió a la Constitucional Nacional. Lograda definitivamente la posesión del poder civil por Acción Democrática, la fracción extremista que ha controlado dicho partido, inició una serie de maniobras tendientes a dominar también a las Fuerzas Armadas Nacionales, tratando de sembrar entre ellas la discordia y la desunión. Los organismos superiores del Ministerio de la Defensa, responsablemente, pusieron al Presidente de la República en conocimiento de estas circunstancias, esperando un remedio oportuno y eficaz. Pero la influencia del Presidente en el Partido una vez más fue nugatorio. Por el contrario, esta actitud de las Fuerzas Armadas se interpretó tendenciosamente como desafecciòn al Gobierno, y lo que pudo ser problema de fácil solución, se convirtió por obra de la intransigencia partidista y de la indecisión del Presidente extraña a la intención y a la actitud de las Fuerzas Armadas. Los extremistas de Acción Democrática vieron la oportunidad de cumplir sus designios increpando a las Fuerzas Armadas de una crisis artificial. En la mañana de hoy, cuando las Fuerzas Armadas esperaban que el nombramiento de un nuevo Gabinete daría lugar al restablecimiento de la tranquilidad y a un planteamiento sincero de las causas que originaron su alteración, sorprende la decisión tomada por una organización sindical controlada por el Comité Ejecutivo del Partido Acción Democrática, de declarar la huelga general por razones que las Fuerzas Armadas desconocen; decisión notificada al  Comando Militar por un miembro prominente de ese Partido, sin que se recibiesen instrucciones algunas del Presidente de la República para contrarrestar la irresponsable orden de huelga que vendría a ocasionar el colapso económico del país. Esta situación obligó a las Fuerzas Armadas a asumir el control de la situación en la República; y es satisfactorio informar al pueblo venezolano que en esta actitud el Comando Militar se encuentra asistido por el respaldo absoluto y unánime de todas las Fuerzas Terrestres, Navales, Aéreas y de Cooperación, así como también por los Cuerpos Policiales de la capital de la República y de las plazas importantes del país.
Toca ahora, al pueblo venezolano, que ha sido siempre paradigma de patriotismo y de serenidad, asumir la actitud que le corresponde seguro de que todas las medidas de orden progresista tomadas hasta la fecha serán mantenidas en todo su vigor, siendo la mejor intención de las Fuerzas Armadas Nacionales que en adelante, y por los órganos precisos, se proceda a aplicar efectivamente todas aquellas otras necesarias a su mejoramiento y bienestar.
De la constitución política del nuevo gobierno, en cuya formación se trabaja podemos adelantar que, alejado de todo extremismo, estará formado por hombres de reconocidas virtudes ciudadanas que garanticen la imparcialidad, honestidad y eficacia que serán distintivos de una administración progresista.
De la responsabilidad que el pueblo venezolano sepa asumir en este momento histórico, y del rápido restablecimiento de la normalidad, depende el encauzamiento hacia un orden constitucional adecuado a la verdadera realidad venezolana y surgido de la voluntad nacional, libre e imparcialmente manifestada a través de las organizaciones políticas.
De esta manera las Fuerzas Armadas Nacionales dejan informada a la Nación de que una vez más están cumpliendo con los sagrados deberes a ellas encomendadas".
Caracas, 24 de Noviembre de 1948.
DOCUMENTOS HISTORICOS. ALOCUCION DEL PRESIDENTE DE LA JUNTA MILITAR DE GOBIERNO Y MINISTRO DE LA DEFENSA DEL REGIMEN DERROCADO, DELGADO CHALBAUD
EL NACIONAL, noviembre  27.
" Cuarenta y ocho horas después de iniciarse el movimiento militar la ciudadanía se encuentra ya dedicada a sus ocupaciones habituales en toda la República. Ninguna amenaza se cierne sobre los venezolanos que desean cumplir con sus diarias labores.
El pueblo venezolano ha entendido la razón que asiste a las Fuerzas Armadas para desplazar del Poder al grupo político que se había entronizado en él. Por ello ha prestado su colaboración decidida con disciplina y espíritu cívico admirables, digno de los mejores antecedentes democráticos de su historia, demostrando que tiene fe y confianza en la sinceridad y en el desinterés de las Fuerzas Armadas. A esa colaboración corresponden éstas con honor, patriotismo y espíritu de sacrificio.
La Junta Militar quiere dejar categórica constancia de que este movimiento no se orienta de ninguna manera hacia la instauración de una dictadura militar, ni abierta ni disimulada, a fin de exigir al pueblo que no debe dejarse engañar por quienes propagan lo contrario. Las medidas de preservación del orden y de represiónp del sabotaje, pillaje o atentado contras las personas y la propiedad privada o pública, que la Junta está dispuesta a aplicar enérgicamente, no deben ser interpretadas más allá de su exacta significación en resguardo de la seguridad nacional y en defensa de las instituciones. No se ha asumido el poder para alentar contra los principios democráticos sino para obtener su efectiva aplicación y preparar la consulta electoral a la cual concurra toda la ciudadanía en igualdad de condiciones.
La Junta ha procedido a constituir un Gabinete con personas independientes de toda disciplina de partido, procurando que la honestidad,eficiencia y capacidad sean el sello característico del equipo gubernamental, y ateniéndose para su escogencia al mejor servicio de los supremos intereses de la República y al remedio efectivo de sus necesidades. Busca también esta forma que las elecciones no se realicen bajo el ejercicio exclusivo de la Administración Pública por un partido político, asegurando así al pueblo venezolano una oportunidad de manifestar su voluntad con entera independencia.
La Junta Militar quiere insistir en que el Gobierno mantendrá vigente todas aquellas disposiciones legales que tiendan al mejoramiento del nivel de vida de los sectores correspondan a esto haciéndose dignos de ellos por medio de un rendimiento efectivo en el desempeño de sus labores de modo que la Nación obtenga con su aporte, un creciente  desarrollo de su riqueza permanente.
Los hombres de empresas encontrarán por parte de esta Junta protección y estímulo a sus iniciativas y actividades ajustadas a la Ley.
Los elementos integrantes de la economía agrícola y pecuaria recibirán la protección que ameritan como parte fundamental de la producción nacional atendiendo sólo a la produccion nacional atendiendo sólo a la productividad de los mismos para el beneficio colectivo.
Todas las fuerzas democrática del país, todos los venezolanos de buena voluntad deben unirse para permitir el pronto regreso a la vida normal de la Nación".

DOCUMENTOS HISTORICOS. COMUNICADO DEL PARTIDO SOCIAL CRISTIANO COPEI. EL GRAFICO, diciembre 3.

"Analizada con detenimiento la situación establecida en la República por la acción militar del 24 de noviembre pasado, el Comité Nacional considera que su deber fijar ante la opinión pública sus puntos de vista acerca de esta histórica coyuntura. Tres años de lucha sin tregua por los ideales de la justicia y de la paz social han hecho de Copei el grupo político más sòlidamente organizado y ante el hecho que lanzó del poder el Gobierno hegemónico del partido "Acción Democrática".
Durante estos tres años, en medio de un combate ardoroso. Copei no dejó un solo instante de señalar a "Acción Democrática" las desastrosas consecuencias a las que había necesariamente que conducirle una política sectaria, orientada por el exclusivismo y la ambición de grupo, dirigida por una caprichosa voluntad que hizo de la arbitrariedad sistema de gobierno. Llegada al poder entre solemnes compromisos. Acción Democrática tuvo poco reparo en cumplirlos. Ofreció, al constituirse el Gobierno Provisional surgido en octubre de 1945, "garantizar unas elecciones libérrimas, sin imposición ni parcialización ejecutivista por ninguna de las corrientes políticas en pugna", y la conciencia nacional sba plenamente cómo se utilizaron sin escrúpulos los resortes del poder plenamente cómo se utilizaron sin escrúpùlos los resortes del poder para imponer el triunfo de las candidaturas oficiales. Copei pudo comprobar en documentos oficiales cómo se hizo uso de los dineros del pueblo venezolano para fines electoreros, y ante aquella comprobación patente, ni siquiera un gesto pudoroso tuvieron quienes estaban obligados a depurar mediante un proceso insospechable el poder que obtuvieron de una acción militar, contra los vicios del régimen anterior.
Dictada una Constitución que, al lado de innegables medidas progresistas, contenían disposiciones de un interés parcial, no se tuvo escrúpulo en violar aquellas, casi en los mismos momentos  de su nacimiento. La seguridad personal y la libertad de tránsito, fueron irrisorias cada vez que el régimen se consideró interesado en coartar las de alguna persona; fue un hecho generalmente conocido la violación sistemática de la correspondencia particular y de las comunicaciones telefónicas; las empresas de radiodifusión se vieron objeto de maniobras diversas, basadas en las omnímodas facultades del Ministerio de Comunicaciones, tendientes a atemorizarlos para que no se transmitieran los programas políticos u oposición o critíca; la discriminación política fue haciéndose cada vez más implacable hasta en las más modestas ocupaciones al servicio de los entes públicos y, en general, un ambiente enrarecido iba privando cada vez más en la vida nacional.
La tendencia hacia el exclusivismo, lejos de amenguar fue aumentando en todas las manifestaciones del Gobierno, aùn después de la vuelta al orden constitucional. En muchas ocasiones hasta en lugares donde se demostró palmariamente que la oposición estaba asistida por una abrumadora mayoría popular que no pudieron desvirtuar el atropello, la amenaza o el halago, sólo la presencia de las Fuerzas Armadas Nacionales o de las Fuerzas Armadas de Cooperación pudo garantizar el derecho a la libre expresión del pensamiento político y a la libre manifestación, amenazados por grupos empujados desde las alturas del mando. Y no satisfecha la facción, preparó el aseguramiento definitivo del poder militar en sus manos, a través de la anticonstitucional Ley de Organización Provisional del Servicio de Policía, la organizaciòn de milicias irregulares y la distribución en gran escala de armas a los cuadros del partido, con el visible objeto de arrasar toda traba constitucional y suplantar con fines partidistas la Institución Armada de la República.
En el campo administrativo, el gobierno de Acción Democrática se hizo sentir por su ineptitud y por su vocación al despilfarro. La fronda burocrática, objeto de sus mejores ataques desde la oposición, proliferó de manera increíble. Y ante la decidida actitud por parte de la oposición, de investigar a fondo el manejo de los caudales públicos, se optó por imponer en los cuerpos legislativos sistemas tendientes de impedir la verificación y examen preciso de las cuentas.
Dentro de lo social, pese a circunstanciales protestas de defensa de la paz social, el régimen se caracterizó por una siembre constante de odios para dividir la familia venezolana. El origen comunista de los principales dirigentes del Partido, se reflejó en la contínua propaganda de la división y odio social. Una crisis profunda en el seno de la producciòn se hizo sentir cada vez más, a pesar de los pomposos planes de fomento, en razón de la intranquilidad social, repercutiendo en la elevación del costo de la vida y concluyendo por hacer ilusorias las ventajas adquiridas por los trabajadores.
La calumnia, el insulto, fueron el arma constante de los agentes oficiosos. La administración de justicia fue integrada con el espíritu de hacerla progresivamente un instrumento partidista. Mientras para la exportación se utilizaban frases hermosas sobre la estructura democrática del régimen, cada vez corría más en el interior del país la voz de que en Venezuela no se haría otra cosa de lo que voluntariamente quisiera Acción Democrática. Era frase corriente entre ellos, la que sólo "a plomo" dejarían el mando. Por boca de su más alto personero se afirmó que la voluntad de Acción Democrática podría decidir en cualquier momento la total paralización de la vida nacional: ni una sola polea se movería, ni una gota de petróleo sería extraída del subsuelo, ni un camión de transporte funcionaría si no lo quisiera Acción Democrática. El ilustre escritor llevado a la Presidencia de la República, no fue capaz de ejercer sus atribuciones constitucionales y se subordinó definitivamente a la voluntad hegemónica del Partido, dejándose llevar al desconocimiento de las más solemnes promesas y a la violación de las normas establecidas en la misma Constitución. El 18 de octubre de 1948, en presencia de un mitin partidista, organizado con cooperación de despachos oficiales, fue coronado con una intervención que le exhibió fuera de la postura que a su elevado cargo correspondía y le hizo incurrir en confesiones de subordinación a la voluntad del Partido.
 Cada vez que una queja salía de los labios de grupos de oposición o de ciudadanos independientes, eran burla descarada y nuevos atropellos los que provenían de fuentes oficiales. Las propias consignas del Partido se fueron al cesto cuando así lo exigía el apetito de mando. Ante el asesinato de un dirigente político de oposición por un alto funcionario, se dejó ver desde el primer momento una actitud oficial de encubrimiento y lenidad. La vida, la libertad, el honor de los ciudadanos, todo estaba en las manos antojadizas de la secta gobernante.
Desoídas todas las voces y empeñados tercamente en mantener esa actitud a Acción Democrática le corresponde ante la historia la máxima responsabilidad de lo ocurrido el 24 de noviembre. Las Fuerzas Armadas Nacionales asumieron por sí, sin intervención partidista, la responsabilidad de lo ocurrido el 24 de noviembre. Las Fuerzas Armadas Nacionales asumieron por sí, sin intervención partidista, la responsabilidad de quitar a Acción Democrática el poder que habían colocado en sus manos en octubre de 1945 y que ésta conservaba a través de mecanismos electorales controlados por el Poder mismo. La manera incruenta de la transformación y la negativa de la ciudadanía a atender a los llamados de violencia, fue la prueba màs definitva de que la opinión pública habia dejado de acompañar al partido Acción Democrática, el cual especulaba una apariencia de popularidad forjada con los dineros del pueblo y los medios creativos del poder que de los militares recibieron.
Cumplido el hecho militar de rescatar el mando de las manos sectarias y hegemónicas de Acción Democrática el proceso iniciado el 18 de octubre de 1945 sólo será llevado a feliz término cuando el poder vuelva en forma sincera a las manos del pueblo, para que a través de elecciones verdaderamente limpias las coloque en mandatarios capaces de respetar los derechos de la persona humana, mantener el orden y las instituciones y contenerse dentro de los límites de la juridicidad. Este compromiso lo ha contraído la Junta Militar, empeñando su honor y el de la Institución Armada  a través de las siguientes palabras: " No se ha asumido el poder para atentar contra los principios democráticos sino para obtener su efectiva aplicación y  preparar una consulta electoral a la cual concurra toda la ciudadanía en igualdad de condiciones".
Cope, cuyas consignas y cuya línea se han perfilado inconfundiblemente en tres años de oposición civilista al régimen de Acción Democrática, ah adoptado una oposición consecuente. Hoy, cuando quizá sobren quienes quisieran arrogarse la gloria de haber participado en la preparación y desarrollo de la acción militar del  24 públicamente declaramos que ésta tuvo lugar sin intervención alguna de nuestro partido, que se ha mantenido dentro de su propio cauce. Constituido el nuevo Gobierno Provisional, hemos creído de nuestro deber aportar, sin ambición de cargos públicos, todo lo que sea necesario para contribuir a que el país retorne a la normalidad para llevar a la pacificación de los espíritus, para impedir el implantamiento de una organización  institucional.
En el momento actual Copei ha visto con satisfacción la declaración de la Junta Militasr " al dejar categórica constancia de que este movimiento no se orienta de ninguna manera hacia la restauración de una dictadura militar, ni abierta ni disimulada", así como a su compromiso de mantener y perfeccionar las conquistas logradas por los trabajadores. El aporte de Copei preste se orienta hacia el afianzamiento de esos dos propósitos conformes con el ideario social-cristiano que sustenta. Desarrollada nuestra acción en un plano de decoro y dignidad, conservamos nuestro derecho a la crítica constructivas, en la esperanza de que haya pasado la hora de la demagogia y se inicie la etapa de la discusión serena y de altura.
Y especialmente dedicamos nuestra actividad a mantener la fe nacional en las instituciones representativas. El pueblo de Venezuela ha dado nuevamente, en esta hora, un singular ejemplo de madurez y patriotismo. Ese ejemplo le hace acreedor a gozar de una vida política y social libre, ordenada, es el ideario social cristiano el que mejor se identifica con las necesidades del pueblo.Hoy, más que nunca, son las consignas de Copei, que aspira a la renovación de la vida nacional mediante un decidido impulso en beneficio de las masas trabajadoras, las que llegan al corazón de las masas venezolanas.
Finalmente, dispuesto a seguir laborando por la solidaridad social, Copei se prepara para participar en los próximos comicios con serenidad y decisión. Los errores cometidos durante tres años por el sectarismo del régimen derrocado, han de servir de ejemplo inolvidable a la conciencia de Venezuela. Copei, que ha sido el más constante censor de esos errores, no incurrirá en la equivocaciòn de repetirlos. Se abre una nueva oportunidad para que la Patria conquista su destino.
Hacemos un llamado a los venezolanos para lograrlo.
Caracas, 2 de diciembre de 1948.

                             El Comité Nacional de Copei"

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